En este proyecto de dirección de arte, se explora la relación íntima entre los objetos y las emociones personales. Las fotografías reflejan un conjunto de elementos que conectan con mis gustos: piedras y perfumes. Cada uno de ellos simboliza memoria, fragilidad y permanencia, mientras que los perfumes añaden un matiz efímero, evocando momentos únicos.
Las imágenes de la serie fueron concebidas con un tono misterioso, jugando con contrastes de luz y sombra para resaltar las texturas y reflejos. El proceso creativo incluyó la experimentación con composiciones minimalistas y una estética atmosférica que invita al espectador a contemplar la relación emocional con sus propios objetos preciados.
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